martes, 5 de enero de 2016

Teuchitlán, Jalisco.





Visité Teuchitlán el pasado diciembre en compañía de mi mejor amigo (Fer), su novia (Anita) y sus hermanos. Paseamos por la laguna y nos metimos al pueblito. Caminamos sólo 3 o 4 pequeñas cuadras y encontramos un museo, el cual tenía un excelente guía. Nos platicó acerca de Los Guachimontones, una zona arqueológica que está ubicada muy cerca del pueblo (lo cual era nuestro motivo principal de visita) y me gustó haber conocido sobre esto (y me sorprendió un poco que fuera tan parecido a los grupos étnicos que habitaron en Sinaloa). Saliendo, empezamos a caminar hacia allá. 

Me imaginaba el camino diferente, pero fue un recorrido muy agradable. Era realmente hermoso. Había un lago pequeño donde se podía pescar y un camino marcado para caminar, primero de tierra y después de piedra. Estuvo lloviendo y haciendo mucho frío todo el día. Los Guachimontones se ubican a unos 15 minutos caminando. Llegamos y me sorprendí más. Tienen su propio museo, y ¡está demasiado bonito! Por primera vez (según mi mala memoria) visité unas pirámides y me sentí afortunada de ver las únicas pirámides concéntricas que existen en el mundo y de vivir en Jalisco. 



















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