miércoles, 4 de marzo de 2015

Diciembre del 2014.

Texto (incompleto) y memorias del mes.






Para ti, 2014:

Otro año más que supera la mierda de año que tuve en el 2009. Por el contrario, fue el mejor año que he tenido en los 20 años que llevo de vida. Me pasaron infinidad de cosas malas que a su vez trajeron cosas buenas. Mamá una vez me dijo que en los momentos malos es cuando conoces a los verdaderos amigos, y he así cómo perdí comunicación con personas que no me interesan y viceversa, también fue así cómo conocí gente nueva que se volvió importante para mí y cómo sentí un gusto enorme al ver que las personas que considero mis mejores amigos estaban ahí.

                 Para empezar enero, me salí de casa y estuve por mi cuenta casi la mitad del año. Uno se sale de casa por muchas razones, pero dudo que les pase por la cabeza mi razón. Y no voy a explicarla. Enero fue un mes con mucha mierda, viví 3 semanas en una casa en la que no debí vivir. Pero aprendí algo. Me salí en taxi, después, para moverme a la segunda casa,  me ayudaron a moverme, hablaré por iniciales, llamémosle I (es una "i" latina mayúscula). Era como un tranquilizante. Todo mal, pero llegaba él y lo olvidaba. Me parecía muy apuesto, simpático y sarcástico, con mucha personalidad, inteligente, pero lo que más me gustaba de él, es que me parecía una persona muy misteriosa, con muchos secretos y muchas cosas por contar. Y yo quería descubrirlas todas. Quería conocer todo sobre él, quería que confiara en mí, y por supuesto, quería que nos enamoráramos. Frágil e insegura, con todo lo que me estaba pasando, no sucedió. Sí nos besamos y sí tuvimos sexo, pero nunca sentí amor, y estoy hablando de él hacia mí. ¿Qué soy yo sin amor? No soy nada. Y entonces me noté que no quería volver a enamorarme, sola, sin que fuera recíproco, y no lo hice, pero cuando todo terminó y no me buscó más, sí lo extrañé. Extrañé que todo fuera diferente a lo convencional, extrañé sus atenciones y la forma en la que hacía sus ojos chinitos, y cómo quitaba el cabello de su cara, y su chistosa voz. Nunca lloré, pues tampoco llegué a amarlo.
                En febrero llegué a la segunda casa, en la cual sólo duré 2 días, para después irme a vivir a la que sería mis casa por algunos meses. Sólo llegaba a medio dormir. Trabajaba 12 horas al día de lunes a viernes, de 9 de la mañana a 9 de la noche, los sábados de 10 a 4 y los domingos de 12 a 9. Dirán que me explotaban, pero la verdad es que yo decidí mi horario, para poder mantenerme y ahorrar para mi universidad. Tuve a los mejores jefes que alguien puede tener. Febrero tuvo un poco de tensión, porque fue la primera vez que visité a mi madre desde que me salí de casa, se veía triste, pero yo por el momento, no podía regresar. En febrero fue la primera vez que visité unas antenas muy curiosas, con muchos metros de distancia del suelo, era ilegal subir, pero tenía la mejor vista de toda mi ciudad. Mis amigos de mi ex universidad aún iban a visitarme a mi casa. Subí al faro y me aventé hacia mar abierto, desde algunos metros de altura. Lo hice 2 veces durante el mes. La primera por depresión y sola, la segunda por diversión y con Arturo; la primera vez que salí del agua hacia unas rocas, se me enterraron en los pies unos erizos, tuve fiebre y Joel fue a casa para llevarme a su casa, para que no muriera sola. Al día siguiente, Andrés me las quitó con unas agujas. También en ese mes, me metí a un hotel abandonado a explorar. Y también me metí incontables veces a la casa abandonada que estaba frente a la mía. A finales del mes, cambié mi corte de cabello.
                En Marzo, viajé a Monterrey, con ayuda de mis jefes. Fue a unas conferencias y talleres de fotografía, y conocí a fotógrafos que admiro mucho. No pude pasear por la ciudad porque sólo llevaba exactamente lo del pasaje. Nada más. Mal comí y me hospedé en casa de Agustín, también amigo de mis jefes. Regresé a Mazatlán muy feliz y motivada. No tenía dinero para el taxi de regreso y nadie podía ir por mí. Entonces, empecé a caminar, un policía que trabajaba ahí, me preguntó a dónde iba y me llevó hasta mi casa. Ellis, mi perrita, llegó hacia mí también ese mes. Me la obsequió Rubén. Era muy tierna y pequeña. Se dormía en mis zapatos y le daba miedo subir las escaleras. Salíamos a pasear casi todas las noches, Ellis, Gia y yo. Gia era otra perrita que también vivía en esa casa.



                En el tiempo anterior, salía ocasionalmente con alguien que, al principio, no me gustaba. Llamémosle N. No sé bien cómo es que pasó, pero pasó. Y para Abril, ya nos comportábamos como novios. Como al empezar yo no lo veía de esa manera, nunca me pasó por la cabeza que él quisiera algo conmigo. Voy a abrir un ligero paréntesis aquí: pienso yo, o por lo menos me pasó a mí, que antes de tener mi primer novio, me imaginaba cosas, algunas un poco fantasiosas, sobre cómo que tenía que tratarme y/o ser mi novio ideal, esas expectativas que solía tener habrían de desaparecer precisamente después de mi primer novio, que cabe mencionar, fue una relación muy mierda. ¿Por qué la pausa y el cambio de tema? Bueno, lo que sucedió es que N tenía cosas (muchas) de las que yo estaba buscando y me había olvidado. Mi primera reacción fue: "wow, existe". Y ahí empezó la historia.
                Mayo y hay problemas por todos lados. Volví a casa, con Ellis. Mamá se veía contenta y con el tiempo llegó a querer a Ellis más que a mí. Papá igual. Mi hermana y su novio viajaron a casa para avisar su compromiso.
                En junio, salí de la ciudad a hacer un examen para una universidad que no aprobé. Y volví a casa desolada. Sin saber qué hacer de mi vida o cual sería mi siguiente paso. No es que planee todo lo que hago, es que realmente esperaba pasar ese examen y quedar en esa universidad. No hacía nada de mi vida. Sólo sesiones fotográficas ocasionalmente. Corté mi cabello.
                Cumplí 20 en julio.


                En agosto me robaron mi cámara (por la que trabajé 2 años para pagar) y mi teléfono celular. Veía que opciones tenía y empecé a investigar otras escuelas. Mi vida en todos esos meses se resumía en estar con N. Descubrí que me gusta la fotografía de desnudos.
                Todo mejoró en septiembre. Obtuve una nueva cámara y la decisión de irme a estudiar a León, Guanajuato, a una escuela de foto. La mejor relación que he tenido hasta hoy, tendría que terminar y yo me estaba mentalizando para eso. El veredicto final fue terminar hasta que se termine el amor. Y continuamos. Salí más seguido con Fer, mi mejor amigo e iba al trabajo de Daniela, mi mejor amiga, para verla. El tiempo en mi ciudad habría de terminar pronto.

                Aprendí muchas cosas, escolarmente hablando. En Octubre, estuve en 4 estados. Llegué a León sin un sitio en el cual quedarme y encontré casa el primer día. Era un departamento y tenía un compañero. Tenía una buena ubicación y sólo tenía que caminar unas cuantas cuadras para llegar a cualquier lugar. Estaba en el centro y mi azotea tenía buena vista. Clío, una gatita, vivía en casa, y ahí descubrí que sí me gustaban los gatos. N fue a visitarme a los pocos días de haber llegado y creo que han sido de los mejores (sino es que los mejores días) que hemos pasado juntos.