Berenice Zamora : Las Vegas.

DIARIO

♪: Elvis Presley, The Jordanaires - Viva Las Vegas.

Memorias de mis vacaciones de invierno en Las Vegas.

El diciembre pasado, mi mamá y yo viajamos con mi hermana y su esposo a USA. Nos encontramos en Las Vegas, unos días antes de navidad. Era la primera vez de los 4 en ese lugar. El aeropuerto era enorme, y antes de que aterrizara el avión, mi mamá y yo, pudimos ver la luz del hotel Luxor, donde estaríamos hospedados en nuestra estancia en Las Vegas. Fer (mi hermana) y Edwin (mi cuñado) pasaron por nosotros al aeropuerto, fuimos por unos tacos a El Gordo, dejamos las maletas en el hotel y después partimos a explorar la ciudad. Era de noche y había luces por todos lados (entendí porque le llaman the city that never sleeps), caminamos por Las Vegas Strip, y Edwin me hizo subirme con él al Roaller Coaster del hotel New York New York, para después regresar a dormir. A la mañana siguiente (que era víspera de navidad), visitamos M&M’s World, Coca Cola’s World, Hershey’s Chocolate World, comimos en Denny’s y fuimos a ver el espectáculo de la fuente bailarina del Hotel Bellagio, y por la noche regresamos a nuestro hotel para entrar a uno de los teatros que tiene dentro: el Blue Man Group Theater, donde vimos el espectáculo de los Blue Man Group. Después nos encontramos con mis tíos y primas, que también fueron de vacaciones, para cenar en el restaurant Mi Lindo Michoacán y celebrar la fecha juntos. Después de la cena, fuimos todos a Fremont Street Experience, ahí escuchamos música en vivo y nos aventamos de una tirolesa Sara (mi prima), mi mamá, Edwin y yo. Grité mucho, pero me dio menos miedo que la montaña rusa.

El tercer día fue el último, porque partiríamos en coche a la casa de mi hermana en Utah. Así que nos levantamos muy temprano, para despedirnos de la ciudad. Lo último que hicimos fue tomarnos una foto en el famoso letrero de Las Vegas, para el recuerdo y pasear en tren regreso al hotel.

Me cuesta trabajo especificar que íbamos a espectáculos, pues todo en la ciudad parece uno: las calles, las personas en la calle, los hoteles, la ciudad en sí. Fue una experiencia de verdad placentera, todos estábamos muy felices y estábamos juntos. Me llenó de satisfacción estar de nuevo con mi familia reunida, mi criaturo que viene en camino, y lo que más me gustó de ese viaje fue la mirada de mi mamá, que estaba muy impresionada y feliz y, en sus palabras, dijo se sentía “en un sueño”.

Aquí están mis fotografías favoritas de mi segunda parada en las vacaciones de invierno: